El Monitor del Mercado Laboral es una investigación llevada a cabo por el Centro de Estudios para el Desarrollo, Equipos Consultores y Buscojobs Uruguay. Tras haber publicado el primer y el segundo informe del Monitor del Mercado Laboral durante el año 2022, a comienzos del mes de febrero se presentó el tercer informe, enfocado en el desempleo juvenil en Uruguay.
Teniendo en cuenta que el problema del empleo juvenil es uno de los grandes desafíos estructurales del mercado laboral en Uruguay, este informe tuvo como principal propósito presentar una radiografía del mercado laboral juvenil, con el fin de identificar cuáles son las principales restricciones que enfrentan los jóvenes al ingresar al mercado de trabajo.
En este artículo te contamos sobre uno de los principales puntos del informe: ¿cuándo y cómo comienzan a buscar trabajo los jóvenes en Uruguay?
¿Cuándo y cómo comienzan a buscar trabajo los jóvenes?
Hablar de empleo juvenil hace casi ineludible hablar de educación. Desde una perspectiva de capital humano, los jóvenes que buscan insertarse por primera vez en el mercado laboral lo hacen fundamentalmente con su trayectoria de educación formal como principal herramienta, ya que la experiencia laboral es, por definición, baja o nula.
En este sentido, la primera pregunta para abordar el problema del desempleo juvenil podría ser:¿en qué contexto y con qué herramientas comienzan a buscar trabajo los jóvenes en Uruguay? La siguiente imagen muestra a qué edad las personas menores de 35 años consiguieron su primer empleo estable según la Encuesta Nacional de la Adolescencia y Juventud (ENAJ) del 2018.
Gráfico 1:
¿A qué edad tuvieron su primera experiencia laboral estable las personas menores de 35 años por quintiles de ingreso?
Allí se observa que a los 24 años el 60% de los jóvenes tuvo su primera experiencia laboral estable, independientemente del quintil de ingresos del hogar donde viven y cerca del 40 % de los jóvenes la tuvo antes de cumplir 19 años. Un elemento llamativo es que la única diferencia en función del quintil de ingreso del hogar se da en el primer tramo etario analizado: antes de los 18 años. Es decir, sólo el quintil 5 logra aplazar la decisión de iniciar el vínculo con el mercado laboral más allá de la mayoría de edad o, lo que es lo mismo en Uruguay, para luego de finalizada la trayectoria educativa esperada.
¿Con qué formación o preparación se enfrentan por primera vez al mercado de trabajo?
Un aspecto ineludible del desempleo juvenil es el educativo:¿con qué formación o preparación se enfrentan por primera vez al mercado de trabajo? Según los datos de la ENAJ, a excepción del quintil de ingresos más alto, para el 40% de los jóvenes que se enfrentan al mercado de trabajo con 18 años o menos el nivel educativo formal máximo posible es bachillerato. Aquellos que consiguen su primer empleo estable entre los 18 y 22 años de edad pueden estar en la etapa final de sus carreras terciarias.
Las conocidas cifras de finalización de trayectorias educativas formales para jóvenes de entre 18 y 24 años lleva a suponer entonces que, más allá de trayectorias educativas teóricas o esperadas, la mayoría de los jóvenes en Uruguay comienza a vincularse con el mercado de trabajo sin finalizar bachillerato o apenas habiéndolo finalizado.
¿Cómo consiguen empleo los jóvenes en Uruguay?
Una tercera pregunta relevante como aproximación para entender el vínculo entre los jóvenes y el mercado de trabajo podría ser:¿cómo consiguen empleo los jóvenes en Uruguay?
Gráfico 2:
Medios de obtención del primer empleo para menores de 35 años en 2018
Se pueden observar distintos aspectos interesantes. El primero es que el principal medio para obtener el primer trabajo para los jóvenes en Uruguay parece ser a través de conocidos, amigos y familiares: 68 %. Pero visto por niveles de ingreso, este medio es especialmente importante en los quintiles más bajos de ingreso: mientras que 4 de cada 5 menores de 35 años del quintil más bajo de ingreso obtuvo su primer empleo por ese medio, menos de 3 de cada 5 del quintil más alto utilizaron este medio.
La situación inversa sucede en aquellos jóvenes que consiguieron su primer empleo a través de un aviso o concurso, si bien la proporción es sustantivamente menor. Podríamos decir que por cada joven de los quintiles más bajos que accede a su primer empleo por un aviso o concurso lo hacen dos del quintil más alto.
Lo anterior sugiere que el capital social es el principal medio para acceder al primer empleo y es relativamente más relevante para aquellos jóvenes de menores ingresos; y que los concursos o avisos, que podríamos suponer más competitivos o meritocráticos, tienen un peso muy menor a la hora de encontrar el primer empleo. Estas dos observaciones no son triviales si pensamos que los hogares de menores ingresos tienen redes de capital social menos profundas y amplias que aquellos de mejores ingresos, es decir que potencialmente acceden a empleos de calidades muy diferentes.
Título del informe
